Se trata de la tercera intervención de este tipo, luego de las realizadas en octubre y marzo. La iniciativa busca mejorar la calidad de vida de los vecinos y reducir la contaminación sonora

Un malestar permanente entre los ciudadanos villamarienses desde hace un par de años está relacionado a los ruidos generados por los caños de escape “libres” o no homologados. Esos estímulos sonoros intensos, incluso afectan en gran medida a personas con autismo por ejemplo, o mascotas.

Este viernes  se realizó la destrucción de 161 caños de escape no homologados, pertenecientes a motocicletas y automóviles retenidos en controles de tránsito y otros operativos de seguridad llevados a cabo durante los últimos meses. 

Los vecinos a quienes se les incauta su vehículo reciben una infracción y posteriormente el Juzgado de Falta aplica la multa correspondiente. Al momento de restituir los rodados a sus propietarios, es requisito que se presenten caños de escape homologados, los cuales son instalados para cumplir con las regulaciones vigentes y preservar el bienestar de la comunidad.

Esta acción, coordinada por la secretaría de Prevención, Seguridad y Convivencia Urbana, tiene el objetivo de concientizar acerca de los daños sonoros y ambientales que generan este tipo de artefactos cuando se encuentran en infracción, en el marco de las Ordenanzas 7.376 y 8.156.

La titular de la mencionada cartera, Guadalupe Vázquez, dijo al respecto: “Esta destrucción está prevista por ordenanza como obligatoria. En pocos meses ya superamos los 450 caños de escapes destruidos. Esto habla a las claras de una decisión política del intendente Accastello y del gran trabajo que el equipo completo lleva adelante en la calle”.